Las explotaciones ganaderas son una fuente directa de emisiones molestas, incrementándose de forma gradual como consecuencia de la progresiva intensificación de las explotaciones ganaderas. Además, este problema es independiente del tamaño de la explotación, con lo cual todas son susceptibles de generar problemas de olores. El olor, debido a la gestión y manejo de estiércoles y purines, así como de los propios animales, al dispersarse en la atmósfera, afectan a viviendas y entidades de población cercanas, causando efectos adversos en los ciudadanos (Aatamila et al., 2011; Sucker et al, 2008), como molestias, efectos negativos sobre la salud humana y depreciación de los precios de las propiedades (Brancher, Griffiths, Franco, & de Melo Lisboa, 2017). Normalmente los agentes afectados no están vinculados con la actividad y no obtienen ningún beneficio directo de la misma, contribuyendo al un incremento importante de quejas a las autoridades locales. El objetivo de este estudio es evaluar las molestias por olor que generan las explotaciones ganaderas de una región del este de España, la Comunidad Valenciana (VC), en la que la ganadería es intensiva y está concentrada. Se analizó toda la superficie de esta región (23.250 km2), considerando un total de 4.984 explotaciones de las principales especies ganaderas de esta región. La metodología utilizada se basa en el cálculo de la tasa de emisión de olor derivada de cada explotación, utilizando los factores de emisión por especie y orientación productiva. Y posteriormente se realizó un modelado de la dispersión en SIG. Los resultados muestran que el 10% de las explotaciones pueden ocasionar molestias a parte de la población de los núcleos cercanos, y un 18% puede causar molestias a la mayor parte de la población. El 46% de los municipios estudiados pueden verse afectados por los malos olores emitidos por las explotaciones ganaderas, pudiendo ocasionar quejas por parte de la población de las mismas.