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La creciente digitalización de la sociedad en los últimos años, tiene su reflejo en el entorno industrial con las profundas transformaciones que en materia de innovación social se vienen produciendo y que se recogen en el modelo de industria 4.0. Cada vez más la preocupación por la eficiencia social del uso de tecnologías y la implementación de la innovación es creciente y extensible a todos los ámbitos de la sociedad (Konminos, 2002; Méndez, 2007; Salas et al., 2017). En este contexto, gran parte de las estrategias de competitividad territorial incorporan nuevas fórmulas de gestión basadas en el uso de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TICs). En el caso de los destinos turísticos, las TIC, además de su uso para la puesta en valor e interpretación de los recursos patrimoniales, permiten mejorar la gestión de los servicios turísticos y favorecer la creación de nuevos productos, contribuyendo a la atractividad turística. Nuestro interés es abordar la cuestión de la implementación de las TIC en el nivel estratégico. En este sentido, el papel que desempeña el sector público como responsable de la ordenación territorial, y la colaboración público-privada, resulta determinante. Frente a las nuevas categorías conceptuales que se derivan de las transformaciones señaladas en el ámbito de la industria 4.0 y que afectan al concepto territorial (Caravaca y García, 2009) nuestro objetivo es el análisis de las actuaciones desde el sector público a favor de los destinos inteligentes y la gobernanza territorial como una forma de gestión del destino innovadora (Farinós, J., 2015), entendiendo que la implementación de innovación en destino y el nivel de desarrollo de la gobernanza territorial contribuyen a la vertebración del territorio.