Los nuevos requisitos legislativos europeos incorporan la planificación territorial del sector ganadero como un elemento clave para corregir los riesgos derivados, principalmente para la población cercana y la preservación del medio ambiente. La ubicación de nuevas explotaciones ganaderas dependerá de que se cumplan las regulaciones europeas y en última instancia las de las administraciones estatales y regionales en cada caso. Además, es conveniente tener en cuenta otros factores, como son los espacios naturales protegidos, las zonas donde las aguas subterráneas son más vulnerables, las áreas con mayor densidad de ganado, donde los riesgos derivados de la actividad ganadera son altos, y deben ser consideradas como zonas potencialmente no aptas para nuevas instalaciones, así como las zonas consideradas como vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrícola. El objetivo de este estudio es proponer y validar una metodología, mediante SIG (Sistemas de información Geográfica) para determinar zonas aptas ganaderas.

Los SIG intervienen de forma destacada en multitud de estudios de investigación territorial con diversos objetivos, como son, resolver problemas de planificación y gestión del territorio y proporcionar la capacidad de predecir y evaluar su impacto.

Los resultados obtenidos proporcionan las zonas existentes en la CV que cumplen con las exigencias contenidas en la legislación vigente orientada a la ordenación territorial en el sector ganadero. Además, se han identificado las áreas ganaderas más problemáticas de la región. Estos resultados proporcionan información valiosa para diseñar y aplicar mejores políticas sectoriales por parte de las administraciones públicas, responsables de la gestión de las actividades ganaderas y del territorio, a fin de reducir los riesgos asociados a la producción pecuaria