Portugal ha asistido en los últimos años a un auténtico milagro oleícola. El aumento de la superficie olivarera y la generalización de métodos de producción intensivos ha propiciado un significativo incremento de la producción de aceite de oliva concentrado en un área geográfica muy concreta, la región del Alentejo, y apoyado sobre recursos hídricos suficientes merced a la construcción del embalse de Alqueva. El propósito de esta comunicación es analizar las causas y claves que permiten entender la consolidación de una de las áreas olivareras más dinámicas de Europa, capaz de aupar a Portugal a una situación de liderazgo. Ello supone una puesta al día de trabajos previos, completados con nuevos reconocimientos sobre el terreno y recogida de información procedente de entrevistas realizadas a informadores españoles y portugueses. Se ha recurrido a conceptos relacionados con el desarrollo rural, la globalización y el enfoque institucional para fundamentar teóricamente el trabajo. Entre las conclusiones principales se destacan las razones que están decantando al empresariado a preferir métodos de producción superintensivos, subrayándose asimismo la internacionalización de las inversiones e identificándose un modelo de agronegocio neo-productivista centrado en obtener grandes volúmenes de aceite sin renunciar a la calidad.