Los procesos de acumulación por desposesión de la vivienda adquieren especial relevancia en la ciudad neoliberal, contribuyendo al reforzamiento del desarrollo geográfico desigual y al aumento de la vulnerabilidad social. Una de las consecuencias más evidentes de la crisis inmobiliaria de 2008 es la oleada de desalojos a escala global, particularmente grave en España. El objetivo es estudiar, por medio del caso de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, la incidencia de la desposesión por impago de alquiler. El interés de la propuesta estriba, por un lado, en la carencia de investigaciones sobre esta cuestión, a excepción de los trabajos pioneros recientes sobre la ciudad de Palma (Baleares) y, por otro, en la posibilidad de explorar la importancia de los desahucios de inquilinos a escala intraurbana y su significado en la generación y captura de nuevas rentas urbanas. El análisis empírico se sustenta en una fuente de información inédita: la base de datos ATLANTE del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Los resultados indican que en ciertos barrios del centro urbano de la ciudad los desahucios alcanzan cifras similares o incluso superiores a las de las ejecuciones hipotecarias. La importancia de las expulsiones, junto con la revalorización inmobiliaria asociada al aumento de la actividad turística, señalan la extensión de los procesos de gentrificación.