El estallido de la crisis financiera que se produjo a nivel mundial en 2008, sumado al estallido de la burbuja inmobiliaria en el caso español, comenzó un periodo de recesión donde las políticas que se desarrollarán serán las conocidas políticas de austeridad. Estas políticas se centran en realizar recortes en servicios de bienestar en un momento donde la sociedad demandaba más atención por parte de la administración, sobre todo local. Una administración local que vio recortado tanto sus ingresos como sus funciones, efecto del estallido de la burbuja inmobiliaria lo primero, y por una acción re-centralizadora de las competencias por parte del estado lo segundo. Esta situación ha llevado a la sociedad española a salir a la calle en numerosas manifestaciones para mostrar su desencanto. En este período de tiempo han proliferado la aparición de nuevos movimientos y asociaciones en defensa de los servicios públicos, regeneración democrática y en lucha contra la corrupción. A la larga, se ha traducido en la aparición de nuevos grupos políticos o la participación de algunos de estos agentes en la vida política, para intentar revertir la situación de la gobernanza existente. Será en el año 2015 en las elecciones municipales donde podemos apreciar como la sociedad expresa la necesidad de un cambio. Diversificando las opciones votadas, diluyendo la dualidad política existente hasta el momento, y produciéndose un cambio de gobierno llegando a gobernar en algunos casos estas nuevas fuerzas políticas. El objetivo de este trabajo es acercarse a la realidad de las principales ciudades gallegas en esta nueva etapa de gobernabilidad, donde la inclusión de la sociedad en la toma de decisiones, la llamada gobernanza participativa, ha sido uno de los pilares principales en los programas de la mayoría de los partidos políticos, así como recuperar la inversión social. Por este motivo, el estudio analizará los cambios que se vienen dando en las políticas locales desde el año 2015, donde existe una rebaja del endeudamiento municipal a pesar de incrementar el gasto social en algunos ayuntamientos. En conclusión, la clave está en como los gobiernos locales promueven un modelo de desarrollo orientado al ámbito social y de implicación ciudadana, con un condicionamiento de ajuste o austeridad impuesto desde los diferentes niveles de gobierno.